Capitán

Al haber sido regalado, su nuevo propietario no pudo dedicarle el tiempo y los cuidados que necesita un caballo. Fue entregado voluntariamente a APAC y llegó totalmente abandonado, desnutrido y muy delgado. Capitán era un caballo mayor, de unos veinte años, pero le encantaba salir con los demás caballos y se hizo una nueva mejor amiga, Taima, con la que se hizo inseparable. 

Era un chico encantador y sus últimos años fueron felices, llenos de buena comida, amor y compañía. Nos alegra poder mirar atrás y pensar en él de esta manera.