Pim

En marzo de 2015, Pim llegó a APAC para ser sacrificado por el veterinario. Había estado viviendo en las condiciones más horribles, totalmente abandonado, y era un caballo roto y extremadamente pobre que estaba en las últimas y necesitaba aliviar su dolor.

El veterinario no pudo venir hasta el día siguiente, así que nos pusimos manos a la obra para que Pim estuviera lo más cómodo posible. Le dimos una maravillosa "última cena" que aprovechó al máximo, comiendo hasta hartarse, y luego lo dejamos suelto para que vagara. Sorprendentemente, al despertarse al día siguiente, Pim parecía haber recuperado no sólo la barriga, ¡sino también la vitalidad! El veterinario se dio de baja y Pim comenzó una nueva era de felicidad.

Tras haber aguantado las primeras 24 horas, Pim se convirtió en un residente feliz, bastante más gordo (¡menos mal!) y se puso a prueba.

Pim pasó 7 años disfrutando de su gruesa manta, buena comida y correteando como un jovencito, gracias a todos los que ayudaron a su cuidado, y a Lois que le dio la oportunidad de disfrutar de sus años mayores. Entretuvo felizmente a los niños del Pony Club y tuvo una vida rica y plena. Esto demuestra que el entorno, la estimulación, la buena comida y el cariño son curas increíbles incluso para los animales más enfermos. Nos entristeció mucho despedirnos de Pim, pero estamos muy agradecidos de que fuera muchos años más tarde de lo que habíamos pensado.

Gran trabajo Pim. Descansa en paz.